Manejo de Proyectos
Enfoques populares de gestión de proyectos
Manejo/Gestion de Proyectos
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Waterfall es una metodología tradicional en la que las tareas y fases se completan de manera lineal y secuencial, y cada etapa del proyecto debe completarse antes de que comience la siguiente. El PM es responsable de priorizar y asignar tareas a los miembros del equipo. En Waterfall, los criterios utilizados para medir la calidad se definen claramente al comienzo del proyecto.
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Agile implica fases cortas de trabajo iterativo colaborativo con pruebas frecuentes y mejoras implementadas regularmente. Algunas fases y tareas ocurren al mismo tiempo que otras. En los proyectos Agile, los equipos comparten la responsabilidad de administrar su propio trabajo. Scrum y Kanban son ejemplos de marcos Agile, que son enfoques de desarrollo específicos basados en la filosofía Agile.
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Scrum es un marco Agile que se enfoca en desarrollar, entregar y mantener proyectos y productos complejos a través de la colaboración, la responsabilidad y un proceso iterativo. El trabajo lo completan equipos pequeños e interfuncionales liderados por un Scrum Master y se divide en Sprints cortos con una lista establecida de entregables.
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Kanban es una herramienta que se utiliza tanto en los enfoques Agile como Lean y que proporciona información visual sobre el estado del trabajo en curso mediante el uso de tableros Kanban o gráficos. Con Kanban, los PMs utilizan notas adhesivas o tarjetas de notas en un tablero Kanban físico o digital para representar las tareas del equipo con categorías como "Por hacer", "En progreso" y "Terminado".
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Lean utiliza la herramienta de calidad 5S para eliminar ocho áreas de desperdicio, ahorrar dinero, mejorar la calidad y agilizar los procesos. Los principios de Lean establecen que se puede hacer más con menos abordando las disfunciones que generan desperdicio. Lean implementa un sistema de programación Kanban para gestionar la producción.
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Six Sigma implica reducir las variaciones al garantizar que se sigan los procesos de calidad en todo momento. El método Six Sigma sigue un enfoque de mejora de procesos llamado DMAIC, que significa definir, medir, analizar, mejorar y controlar.
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Lean Six Sigma es una combinación de los enfoques Lean y Six Sigma. A menudo se utiliza en proyectos que tienen como objetivo ahorrar dinero, mejorar la calidad y avanzar rápidamente en los procesos. Lean Six Sigma también es ideal para resolver problemas complejos o de alto riesgo. El marco organizacional 5S, el proceso DMAIC y el uso de tableros Kanban son todos componentes de este enfoque.
A pesar de sus diferencias, todas estas metodologías de gestión de proyectos requieren comunicación y colaboración entre varios equipos y tienen como objetivo entregar los proyectos a tiempo y dentro del presupuesto.
Mejores prácticas para el control del Scope/Alcance
El alcance de un proyecto puede salirse de control rápidamente, tan rápido que es posible que ni siquiera lo notes. La desviación del alcance se produce cuando el trabajo de un proyecto comienza a crecer más allá de lo acordado originalmente durante la fase de inicio. La desviación del alcance puede generar estrés en ti, tu equipo y la organización, y puede poner en riesgo el proyecto. Los efectos de la desviación del alcance pueden obstaculizar todos los aspectos del proyecto, desde el cronograma hasta el presupuesto y los recursos y, en última instancia, su éxito general.
A continuación, se muestran algunas prácticas recomendadas para la gestión del alcance y el control de la desviación del alcance:
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Define los requisitos de tu proyecto. Comunícate con tus partes interesadas o clientes para averiguar exactamente qué esperan del proyecto y documenta esos requisitos durante la fase de inicio.
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Establece un cronograma claro para el proyecto. La gestión del tiempo y las tareas son esenciales para cumplir con el alcance de tu proyecto. Tu cronograma debe describir todos los requisitos de tu proyecto y las tareas necesarias para lograrlos.
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Determina qué está fuera del alcance. Asegúrate de que tus partes interesadas, clientes y el equipo del proyecto comprendan cuándo los cambios propuestos están fuera del alcance. Llegar a un acuerdo claro sobre los posibles impactos en el proyecto y documentar el acuerdo.
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Ofrecer alternativas. Sugerir soluciones alternativas a su cliente o parte interesada. También puede ayudarlos a considerar cómo los cambios propuestos podrían crear riesgos adicionales. Realizar un análisis de costo-beneficio, si es necesario.
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Establecer un proceso de control de cambios. Durante el transcurso de su proyecto, algunos cambios son inevitables. Determine el proceso para definir, revisar y aprobar (o rechazar) cada cambio antes de agregarlo a su plan de proyecto. Asegúrese de que su equipo de proyecto esté al tanto de este proceso.
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Aprender a decir no. A veces tendrá que decir no a los cambios propuestos. Decirle no a una parte interesada o cliente clave puede ser incómodo, pero puede ser necesario para proteger el alcance de su proyecto y su calidad general. Si le piden que asuma tareas adicionales, explique cómo interferirán con el presupuesto, el cronograma y/o los recursos definidos en los requisitos iniciales de su proyecto.
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Recopilar los costos de trabajo fuera del alcance. Si se requiere trabajo fuera del alcance, asegúrese de documentar todos los costos incurridos. Esto incluye los costos de los trabajos indirectamente afectados por el aumento del alcance. Asegúrese de indicar a qué corresponden los cargos.